lunes, junio 11, 2012

Love from New York


Ay yaaaaa perdóoooon!! Perdónenme ustedes, mis queridos tres (si es que siguen por ahí) lectores. Podría decir que me tomé un pequeño descanso de este espacio para escribir cosas más aburridas pero un pelín más apremiantes (como mi tesis de maestría y solicitudes de empleo y extensiones de visa). Podría decir que me faltaban tiempo e inspiración para escribir algo medianamente interesante. Podría decir, tal vez, que estaba en medio de una crisis existencial de esas que me suelo guardar para mí, mientras pongo cara de "aquí no pasa nada". Podría decir que, una vez graduada, dediqué el 100% de mi tiempo a pasarla bien y dormir mucho y pasar tiempo con la gente y la ciudad y las cosas que más quiero. Podría también jurar que tenía que poner mi vida y mis ideas en orden antes de seguir compartiéndoselas... Vaya! podría decir que pasé días yendo de up a dowtown buscando firmas como un náufrago que busca una tabla para flotar. Podría decires, quizás, que no había actualizado este espacio porque estaba despidiéndome de mi país de las maravillas.

Pero la verdad es que abandoné un poco mis crónicas cuando caí, tal vez por accidente, en los brazos y la  cama de un hombre tan complejo y cambiante como el color de sus ojos. No tengo excusa: estar enamorado toma mucho tiempo y, en mi caso, me roba toda la inspiración. Ciertamente he estado ocupada viviendo y graduándome y pasándola bien y reacomodando mi vida y sobreviviendo panoramas adversos, pero nada de eso me impidió escribir. La verdad es que simplemente me había sido físicamente imposible sentarme a escribir unas líneas. Es una cosa rara que nunca antes me había pasado: no tengo palabras. Es como si alguien se hubiera robado todos los cajoncitos de mi cerebro y ahora no tuviera dónde poner nada más. No se qué es esto que me está pasando. No se si es que estoy entumida (comfortably numb) o en negación o confundida o sólo increíblemente feliz. 

Y luego, como por arte de magia, el resto de mi vida se terminó de acomodar sin que yo metiera las manos. Contra toda lógica me gradué con buen promedio y todo parece indicar que la vida insiste en dejarme viviendo en mi país de las maravillas por un ratico más. Encontré un lugar para vivir en un lugar totalmente diferente y la promesa de empezar con sábanas frescas me emociona muchísimo. Vaya, la primavera llegó y todo parece ir de maravilla para mí y para todas las personas importantes en mi vida. Y, vaya, creo que el mundo entero podría estarse cayendo alrededor mío y de todos modos yo seguiría flotando en esta burbujita que poco a poco se empezó a formar en torno a mí en algún momento de octubre del año pasado. 

Y así las cosas, mis queridos lectores. Estoy aprendiendo cosas que debí haber aprendido cuando tenía 20 años. Sigo aprendiendo cosas del Republicano que debí haber aprendido a los dos meses de conocerlo. Sigo encontrando mi lugar en un espacio designado para dos. Y sigo sin creer mi suerte. Sigo esperando a que venga mi madre a despertarme para mandarme a la escuela...


--
Y para que no me culpen de total abandono de temas importantes, les dejo aquí tres de mis más recientes obsesiones musicales:


No hay comentarios: