lunes, julio 11, 2011

15 days of Summer


Mi movilidad es limitada: hace calor. Aún así, el verano ha llenado de magia la ciudad. La gente en del País de las Maravillas sale a la calle con atuendos diminutos, telas aerosas, y aunque algunos aún le guardan respeto a las botas, la mayoría vive en flipflops y zapaticos de verano. Uno de mis hobbies veraniegos es observar calzado de la gente, lleno de colores y diseños creativos. Llueve de pronto, las lluvias veraniegas refrescan un poco. Las plantas están más verdes que nunca. Los neoyorkinos escapan los fines de semana a las playas cercanas. Hay conciertos y bailes al aire libre. Hay películas en las azoteas y festivales y el Restaurant Week. Todavía hay ballet y el fin de semana habrá Pink Martini. 

Yo saco mi bici de vez en cuando... pero prefiero caminar. Prefiero escuchar mi playlist veraniega y observar a la gente y los edificios bajo esa luz que sólo baja cuando es verano. Prefiero tomar el metro, donde hay aire acondicionado. Prefiero caminar y pasar por helados y tés fríos. Prefiero comer afuera, aunque me coman los mosquitos. Prefiero no pensar en que en el Deefe está lloviendo y el clima es templado y viene bien el vino tinto. Por el momento prefiero tomar Prosecco. Prefiero olvidar que solía odiar el verano y la playa y el sol y los mosquitos. Estoy en mi País de las Maravillas y el verano es, por ende, maravilloso.

Les dejo una listilla de canciones veraniegas. Algunas de fiesta, algunas con un toque cálido, algunas oscuras y otras felices. Algunas para oír frente a la alberca, otras para caminar por Manhattan, otras más para escuchar mientras se maneja en el tráfico mojado de la Ciudad de México. Luego me dicen qué piensan.


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