martes, octubre 12, 2010

De la imposibilidad de la nostalgia o por qué no he hecho mi tarea...


Esta fue la primera semana que me sentí más "aquí" que "allá". En algún momento entre el postre del miércoles, la cena del jueves, el viernes colorido en compañía de Matisse, el Fall for Dance Festival, la fiesta en Bedstuy (Brooklyn), la buena noche en el bar de Soho y la tarde de domingo en el Lincoln Center, se me pusieron los dos pies en estas latitudes.

Y, al mismo tiempo, los fantasmas que me persiguen cada vez se me presentan más claros: los viernes en el sur, los meses en Lomas Verdes, las noches en nuestro antro de confianza, Coyoacán y La Roma y el vino y el whisky y Patriotismo con sabor a Jack. Los sábados perfectos. Las noches interminables. La comida argentina. Las quesadillas de domingo y la salsa de Don Nenito. El miedo a fallar, constante y burlón, el insoportable peso de las expectativas. Mis propios demonios que me hablan al oído y me dicen que nunca, no importa cuánto logre, será suficiente.

Y, sin importar fantasmas y estrellas y duendes, aquí estoy: cómoda, asombrada, feliz. Y todo pasó entre una y otra cosa (o al mezclarlas todas juntas):

  1. Corría rumbo al MoMa para alcanzar boleto de cortesía para la entrada. Tuve que detener mi apurada marcha en Park gracias al semáforo. No había reparado dónde estaba. De un lado Grand Central, del otro el cielo azul de pronto interrumpido por edificios de todas las épocas, tamaños y colores. Sólo hasta en ese momento fue que pensé "estoy en Nueva York. Es otoño, es viernes y estoy en Nueva York". Sigo extrañando lo de antes, pero definitivamente este es un buen sustituto de viernes.
  2. La exposición de Matisse es interesante, bien curada. Breve. No soy particular fanática de Matisse. Es demasiado masculino, en el neurótico sentido de la palabra. De todo, rescato el retrato de su hijo tocando el piano y la forma en la que la luz baila por la habitación mostrando y ocultando cosas a voluntad. También rescato la gran cantidad de desnudos femeninos. No pude evitar pensar en su esposa y en lo difícil que debe ser estar de pareja de un artista.
  3. El sábado fui a un festival de otoño. El otoño y la danza se llevan bien. Me molestaron mis lugares. Me molestó el aire acondicionado y la primera pieza (demasiado interpretativo-experimental) para mi rupestre gusto. Después vino Thaïs: uno de los Pas de Deux más hermosos en el repertorio clásico. Nunca lo había visto en vivo. Me dieron ganas de llorar (como cada que veo la muerte del cisne negro, los fouettés de Don Quixote o el solo de bravura de Diana y Apollo). También se presentó el ballet de Dresden con una pieza neoclásica bellísima y una compañía de danza africana-contemporánea de Brooklyn que bien podría llamarse "rompiendo esquemas". Fui feliz. No hay algo que me saque una sonrisa más genuina que la belleza contenida de la danza. Nada. Ni el sexo.
  4. Como parte de los festejos de un cumpleaños terminé bailoteando en un bar de Soho. Creo que no me había divertido tanto desde la última noche de marcha en México. Creo que la música tuvo mucho qué ver: Tito el Bambino, Shakira, BEP. Bueno, hasta tocaron a Maná y el "Panamericano" (y nuestra amiga italiana se horrorizó al ver cómo la cantábamos). Terminé con dolor de pies por los tacones y antojo de whisky-soda. Todo me recordó a la fiesta que solía ser mía y ya no lo es... todo menos una cosa.
  5. El domingo lo pasé en la calle, disfrutando otro día perfecto en el otoño neoyorkino. Y es que no me cansaré de repeitir que uno no ha visto días hermosos hasta que pasa aquí el mes de octubre. El clima es perfecto. El viento sopla con un dejo helado que de pronto se cuela hasta la columna y da cosquillas. El sol brilla y muestra la ciudad en su esplendor. Los cielos son tan azules que uno no debe esconder el buen humor. No queda nada más que abrigarse un poco y salirse a leer al parque.
  6. Y sólo una razón de peso me hizo perder dos horas de la tarde dominical dentro de un edificio (pero qué edificio!). Fui a la presentación del fin de temporada del New York City Ballet. Volví a ser feliz. Volvieron las ganas de llorar. Volvió la sonrisa boba. Y es que en dos semanas he visto más piezas nuevas que en toda mi vida junta: por fin vi la coreografía más patriótica de Balanchine. "Stars and Stripes" es simple y bella y colorida. Es lo más parecido a ver bailar soldaditos de plomo. También mostraron un fragmento de Tarantella. Creo que nunca había visto un Pas de Deux tan complicado. También me quedó claro que el NYC Ballet se acerca peligrosamente al reinado del Jeoffrey Ballet. Las dos piezas de neoclásico que mostraron me dejaron como sólo me dejan tres horas de besos en la espalda.
  7. Al salir pasé por la tienda para comprar un par de goodies. Vi que ahora venden zapatillas usadas y firmadas. Me dieron ganas de comprarle una a mi marido... pero él se merece lo mejor y a mí sólo me alcanzaba para unas de alguna muchachita del cuerpo de baile.
  8. Descubrí una tiendecita de cupcakes cerquitita de mi casa. Son deliciosos y chiquitos y un poco hippies (como todo en mi barrio). Eso esta todo todo todo mal. Necesito conseguirme un amante antes de que comience el invierno o terminaré enamorándome de su betún de maple-pecan.

Este recuento nos ha puesto en claro dónde he dejado el tiempo que debería haber dedicado a mis deberes escolares. Queda constancia aquí que mi experiencia sociológica va por buen camino, no así mi experiencia académica que amenaza con torturarme ahora que tenemos los midterms a la vuelta de la esquina. Lo único que no me ha quedado claro es ¿cómo puede ser que estando tan a gusto aquí, la nostalgia se niegue a irse?

Les dejo aquí tres rolas. Fueron parte de mi soundtrack del fin de semana. Que conste que no estoy diciendo que sea buena música. Sólo buen soundtrack.

2 comentarios:

Un fulano dijo...

Solo diré q sigo VERDE de la puritita envidia, pero te lo mereces, you're the best! (+1 en lo de un amante neoyolkino, antes de q te pongas golda de tanta cosa rica)

Marination dijo...

Què bien se siente leerte tan contenta, disfrutando de los placeres neoyorkinos!!! disfruta mucho, come lo necesario jajaja, estudiele mija que ya vienen sus "etzamenes" y prepárese para el próximo 13 de noviembre... la cosa se pondrà re re requete buena...

Te mando besos amiguita adorada...