He soñado contigo. Raro. Yo no sueño. He abierto la caja que ya había guardado al fondo del cajón que no se abre si no muevo mi cama. Desde que he vuelto, la caja se había mantenido cerrada y yo he podido vivir un poco más de este lado de la frontera. Tal vez, ahí, la razón. Pero no: la he abierto después del sueño. Carajo. Yo no sueño. Ni fantasías ni pesadillas. Será un castigo, pienso. Por no estudiar suficiente o abandonarme a los excesos o ver demasiado ballet o llevar los vestidos demasiado cortos. No fue una pesadilla, pero tampoco fue lindo. Serán los residuos que quedan después decantar los últimos dos años. Será que ya me cansé. Será que me han contado la historia de aquella cena y los consejos y no me ha gustado nada.
O serán, tal vez, los pasos de baile. El vestido azul que hoy me toca usar. La consigna de encontrarme un novio que guste del tango. El coraje y el innegable sabor a whisky que ahora le encuentro a KPaz de la Sierra (carajo). Será que ahora que hace frío extraño las tardes de aguachile y las cervezas y el Jack y la promesa de un trago nocturno. En cualquier caso, debe ser un castigo. Por las compras del lunes y saltarme el gimnasio el martes. Porque no he empezado a escribir lo que debo entregar la próxima semana.
He soñado contigo y ahora que despierto recuerdo que hace un par de noches he soñado con ella. Tal vez deba cambiar de almohada. Tal vez deba apurarme pues me quedan tres semanas. No es que no duerma bien. Es sólo que he estado soñando y yo no sueño y menos contigo. Y me he reído. Me he convencido de que es parte del proceso. Me he prometido no abrir más los libros y cambiar de zapatos. Y luego los ojos de Zooey Deschanel y la cantidad exhorbitante de rubias que habitan en Manhattan. Y el bar de whiskys que está frente a mi casa (y su guapo mesero).
He soñado que te has ido de fin de semana y has dejado tu casa sola y más de un(a) se ha enfadado. Y he soñado que me ha dado un placer culposo verte con maletas clandestinas y mentiras en los labios. He soñado. Yo no sueño. Carajo. Yo no sueño.
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