New York Air

"There is something in the New York air that makes sleep useless"

-Simone De Beauvoir

 

Los últimos días han pasado como pasan las últimas horas de un viaje transatlántico: un rápido letargo, un ruidoso abrir y cerrar de ojos. El clima comienza a cambiar, las vacaciones han terminado y los días se abren ante mí con un sin fin de posibilidades. Y los días se me han llenado con una serie de actividades inconexas, caras conocidas, nombres desconocidos, un poco de música nueva. Una buena nueva, de entre todas. Ante la ausencia de exámenes, este semestre me ofrece lo que vine buscando 15 semanas de nada más que leer y escribir. 

¿Contenta? Si, mucho. 

¿Triste? Sólo por las cenas de los jueves, por no acompañar a mi marido a una reunión, no hacerle la cena a Don Nenito y no poder jalarle las orejas a mi mejor amiga. 

¿Extraño? No realmente. No aún. 

¿Feliz? Varias horas de cada día... 

¿Lo extraño? Un par de minutos de cada hora, y claro, los viernes y los jueves y, a veces, cuando el aire huele a whisky y a YSL LaNuitdeL'Homme.

Pero el viento sopla y se lleva las hojas secas que comienzan a caer y trae nuevas tonadas. Y yo sigo escribiendo en el diario, con irracionalidad obstinada. Y la semana de la moda comienza y debo leer La República completa en un par de días y los viernes no tengo clase y debo encontrar una manera de salir de fiesta y no amanecer al día siguiente con la ropa que traía puesta la noche anterior.