miércoles, agosto 18, 2010

First impressions on Earth





A casi una semana de haber llegado a la ciudad de mis sueños, estas son mis primeras impresiones:

1. Están intentando poner de moda los jeggings (jean-leggings). Van a pegar. Debo reducir en 45% el tamaño de mi trasero y anexas.
2. Sorprende la cantidad enorme de parejas interraciales asiática-caucásico. Debo indagar con mi pareja interracial de confianza las causas e implicaciones de este creciente fenómeno. Debo investigar también sobre las cirugías de ojos.
3. Creo haber encontrado una relación positiva y proporcional entre el factor de chidez de la ciudad y la magnitud de sus malos olores: Nueva York apesta (como apestan Paris, Roma, Madrid y, claro, mi amada Ciudad de México). Buena cosa que no soy asquerosa y que los años de fumar han dejado mi sentido del olfato sumamente perjudicado.
4. Este es el mundo al revés en términos de tránsito. Don Nenito se siente sumamente agraviado por el peatón abusivo. Ciertamente aquí los dueños de las calles parecen ser los peatones y los taxis. Eso ya lo había viso, como peatón. Lo agradecí bastante. Ahora que he viajado en auto la cosa es distinta. Tal vez no sea tan necesaria la idea de ... sobre mandarme implantar un chip-GPS para que allá sepan si ya me atropellaron o algo. Seguiré informando.
5. No veo sexo por ningún lado. Ni prostitutas, ni tables, ni sex-shops, ni moteles, ni nada. Eso me preocupa un poco. De camino de mi casa a mi oficina en México podía contar por lo menos tres Erotika, dos "sitios" de señoritas sexoservidoras, tres centros de entretenimiento para caballeros y como cinco moteles de calidad aceptable. Estoy ligeramente angustiada. Varias teorías vienen a mi mente (No sex in the City?). Los mantendré informados.
6. A pesar de que Don Nenito insiste en que NY es la Roma-Condesa hecha ciudad, yo no he podido identificar la Meca de la banda hipster que me fue prometida. Cierto que la gente se viste chistoso (que no chic), sobre todo en el barrio donde viviré... Pero dónde carajos están los hipsters de Fedoras y Ray-Bans de colores neón?? Igual y ya fueron desterrados a Brooklyn. Y yo, que nomás no logro entender la mecánica de dicha tribu urbana, siempre llego tarde.

Y así las cosas, lectores míos. Los días siguen pasando entre salsa y lecciones de supervivencia básicas, cortesía de Don Nenito ("chaaaale! Ya se desconfiguró el mueble" "Papi, la cajonera no es un gadget"). El cuarto esta ya casi habitable, pienso rociar el baño y al roomate con el que lo comparto en cloro, y ya voy a sacar mi abono para la próxima temporada del New York City Ballet (se aceptan donaciones para mi educación cultural).

Lo que viene promete y espero bajar un par de kilos ante la pobreza extrema en la que viviré en cuanto los padres me dejen sola y hasta que me liberen los fondos prometidos. Todo encaja en el plan perfecto: paso 1, bajar de peso; paso 2, usar jeggings; paso 3, mudarse a Brooklyn y volverse hipster.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, Di!! Los Jeggins son LA neta! Me han hecho muy feliz, aunque debo confesar que a veces me siento señora embarazada con resortito en la panza jajaja
Me emocionan mucho tus historias y me da gusto que tu estudio sociológico vaya avanzando jeje.
Urge llamada! Saludos a los señores Nenito!!
-s

Un fulano dijo...

Jajajaja jamás lograremos la onda hipster, ya hasta te juites a una de las capitales y nomás no, como bien dices, sólo nos queda volvernos flacas y usar jeggings. Te quiero maridu, todo feeling superado, regreso a comentar :D

Anónimo dijo...

Lo del sexo en la ciudad de México se debe, supongo, a nuestro mal gusto.