La versión pública de por qué he dejado un poco de hablar de música en este espacio se basa en el pequeño caos en el que se ha convertido mi biblioteca musical. Pero, la verdad, es que después de varias semanas con un irrefrenable antojo de música chatarra (lo cual, incluso, me orilló a comprar boletos para el concierto de “Yo no soy una Señora”) y mi inexplicable gusto por los dos primeros sencillos de La Loba, no me sentía con ningún tipo de calidad moral para recomendar nada. El caos continúa, pero mi iPhone me ha salvado la vida permitiéndome seguir gastando mis morlacos en iTunes. Además, ni la última canción de Shakira ni la nueva de Anahí me llenaron como mujer, así que he decidido declarar la cuarentena como superada.
Dicho lo anterior (quedo de usted, mas pero sin en cambio, señor licenciado don Benito Bodoque), aquí les dejo unas cuantas tonadas que me han susurrado planes imaginarios (y me han incrementado las ganas de Jack, las ganas de bailotear cuando nadie me ve, las ganas de tomar el coche y no parar hasta San Agustinillo… las ganas, las benditas ganas):
Wheels, Jamie Cullum (The Pursuit, UK, 2010)
Después de tres años de abandono total, mi changuito preferido lanzó nuevo álbum. À mon avis, valió completamente la pena. El disco incluye dos canciones excepcionales y un cover a Don’t Stop the Music de Rihanna (no, no suena a Richard Cheese, lo juro!). Como todos los discos de este pequeño geniecillo, se hace con la intención de dejarlo correr. Se escucha fácil, sin ser un disco simple. Es jazz poco ortodoxo y sin pretenciones. Las notas del coro de Wheels suenan a eso, a ruedas girando. Un poco como Río Babel suena a agua corriendo. Esta canción es ligera, se recomienda tomar con un día soleado en la ciudad y un Solar Malbec en alguna terraza al atardecer.
Disconnected, Shy Child (Liquid Love, UK, 2010)
Shy Child no me gusta nada, nada. Y como el disco aún no sale a la venta, me declaro incompetente para pronunciarme sobre el asunto… pero esta canción es feliz, feliz, feliz. Cuando la escucho me viene a la mente la imagen de botargas en drogas bailoteando al ritmo del coro (bueno, cada quien con sus imágenes mentales, no?). Y yo bailo también… y en la oficina creen que tengo algún tipo de daño mental. Y tienen razón. Se recomienda como para acompañar una cerveza de manzana verde, o un par de dosos de Los Danzantes y mucho chacoteo.
Night Time, The XX (XX, USA, 2009)
Lo comenté en su momento. El primer disco de este trío de hispteritos confundidos y melancólicos es una verdadera joya. Fue disco del año para Ibero Radio y calificado entre los mejores del mundo mundial en varias fuentes confiables (como mi rating iTunes, cuando existía). Ahora iTunes produjo un iTunes sessions en su honor. 5 de sus mejores rolas, en acústico y en vivo. Lo compré de inmediato. De ahí que recordara que Night Time es una canción hermosísima. Fácil de escuchar, corta, minimal, hermosísima. Suena como a noche en un tren en Londres. Como a Portishead del 2010. Como a 11pm: te ofrezco algo? - 6am: no te vayas. Acompáñese con un Jack en las rocas, luz tenue y muy poca compañía.
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