Charlas de medianoche

He tenido un par de charlas, de esas que sólo se dan bajo la cobija de las estrellas. De esas memorables, que alimentan al alma. Algunas que inquietan, algunas que calman. Al final, sólo vino (y cerveza exótica) y cientos de cigarros. Y mis reflexiones:

• Del dolor. Los bailarines profesionales saben que las presentaciones importantes generalmente resultan en lesiones. Lesiones que empujan el dolor hasta límites casi insoportables. Soportar el peor dolor, en ocasiones, es la única vía para llegar. Duele partir, duele quedarse. Duele dejar a alguien y duele que te dejen ir. Las cosas importantes suelen doler. Es el precio obligado del cambio de piel. Suerte es que el dolor venga de los 36 dobles fouettés del solo de Don Quixote, y no sólo de un par de sotés en la tercera fila del corps de dance.


• De las rupturas. Estoy bien. Un día amaneces con la certeza de que estás bien, de que no morirás de dolor. Que lo ves y las chispas no queman. Y el sexo se vuelve aún más maravilloso, porque no termina en lágrimas. Sabes que recuperaste el control. Feels good. Un abrazo, A.


• Del amor. All you need is love, indeed. Y en este momento, me encuentro rodeada de una nube amorosa. Amo en dónde estoy y lo que tengo. Amo la música y mis libros y mis zapatos. Amo a mis amigos. Eso es lo único que necesito.


• De los berrinches. No disfruto, ni un poquito, perder el control. Pero hay juegos que no me gusta jugar. Y hay veces que hasta el mejor bailarín pierde la pista. El viernes, el todo mal. Habrá que compensar.


• De lo que sigue. Un cambio de perfume. Tu amor me hace bien, Estrellitas y Duendes, Mr. Birghtside, Odette y sus 28 fouettés. Sigue Ute Lemper. Sigue limpiar mi escritorio, mudarme de Coyoacán a Colinas, mover mis horarios, irnos a Cancún. Sigue el Karaoke y la posada y la cena navideña. Sigue planear una fiesta sin tema. Siguen mis clases de salsa, un cambio de look. Siguen más noches de vino y humo. Siguen más noches de baile y tacones. Siguen más cosas que no logro entender, que no puedo ver. Sigue encontrar posiciones nuevas, un nuevo sabor de aceite para masajes. Siguen cosas que no voy a poder controlar. Sigue aprender a dejar ir. Sigue la vida. Sigue el gym. Mañana, a las 6.30 sigue el gym.

Y entre tanto pensamiento, se me perdió la canción de la semana. La oí un par de veces. Me enchinó la piel (efecto que comúnmente logra en mí una buena canción). No anoté su nombre. No lo puedo recordar. Y si no me apuro, terminaré olvidando su melodía. Tengo bloqueo musical. Un par de recomendaciones (las que se me pudieron ocurrir) mientras aparece la canción.

Notion, Kings of Leon (Only by the Night, EUA, 2009) – Sexy, sexy, sexy.

Vouge, Madonna (The Immaculate Collection, EUA, 1990) – Release your inner jotita.

Pour ton sourire, Jorane (The you and the Now, Canadá, 2004) – Para las noches de vino y humo.