lunes, agosto 03, 2009

La petite mort, le reveil express


Tengo los ojos hinchadísimos. Me duele un poco la cabeza… me zumba, más bien. En la oficina mil pendientes. Ninguno suficientemente urgente o importante como para motivarme. El jefe no está. Ni siquiera la adrenalina adictiva de las preventas de boletos. Tengo los míos para ver a los Killers desde el jueves. Es el castigo inmerecido, la resaca sin cruda: no tomé, me relajé de más y me faltó reposar el estupor.

El orgasmo se debe reposar también. El post coitum felix debería ser un derecho civil. Esos minutos compartidos en horizontal y sin ropa donde el tiempo se aletarga, la respiración se relaja y el sudor se seca son, como el orgasmo, parte insustituible de la experiencia sexual. Mis orgasmos recientes no han recibido el reposo debido. Me ha dado por coger en modo express. Clothes in-clothes out, sin tiempo siquiera para el cigarrillo postcoital.

Hay algo en coger de pisa y corre que comienza a molestarme. Sin embargo, reconozco que es, en parte, mi culpa. Por mis horarios, por mis pláticas interminables, por mi toque de queda. Y en parte es mi culpa por mi elección de compañero: 40 horas de tráfico mensuales entre la civilización y Lomas Verdes, valiosos minutos perdidos en el partido de los Pumas… mi incapacidad de decir a su debida hora “te cité para coger, luego platicamos”. También está mi poca habilidad para quedarme quieta. Siempre hay algo que hacer, lugares donde estar, algo que leer, música nueva que escuchar. Me da vértigo la tranquilidad, no me gusta dormir, me da pánico perder el tiempo. A veces me pregunto si el archivo de reposo venía dañado en mi disco de arranque.

Hay otro factor. La misión que tengo de aprender a controlar la mente y el alma para fornicar como macho. Es bien sabido que el espacio entre el intercambio venéreo y la vida real abre la ventana al demonio. Es justo ahí donde las mujeres se vuelven vulnerables a la oxitocina. Yo, mujer hasta donde puedo saber, no quiero y no debo involucrarme. No ahora: se acabaría la diversión. Hasta ahora, he logrado mantener mis sentimientos rozando el filo, sin desbordarse… justo como me gusta. Justo ahí en el fino equilibrio entre cabrón y cabrona. Sin embargo, hay algo en coger de pisa y corre que comienza a molestarme.

4 comentarios:

Un fulano dijo...

Pro's: Sabe rico, te mantiene joven, es divertido, y, particularmente en tu caso, te mantiene viva.
Con's: Juegas a q te gane la oxcitocina en una de esas, gastas mucho en gasolina, me has abandonado por coger de "pisa" jajaja.
Sugerencia: Diversificar y escoger más cerca al público, "the more, the merrier... and the lesser time for madness with each one"
Luv ya :D

Marination dijo...

Aunque digas que vives al borde de perder el control yo más bien creo que has aprendido a controlar la situación, sí, es difícil pero no imposible, creo que con un poco de voluntad y una pizca de inteligencia es posible tener el sartén por el mango.
No obstante, me preocupa eso de que te este moléstando el asunto del pisa y corre... acaso significa que te gustaría quedarte con el susodicho (cualquiera que éste sea) acariciandole el pelo y dándole besitos en la espalda, osea, UN NOVIO¿?...NOOOOOOOOOOOOOO jajaja eso conllevaría a resbalar trágicamente en el borde de lo que hasta ahora has aprendido...EL CONTROL

Di dijo...

No, Mariano... Dios guarde la hora. Yo con novio? Revolucionaria idea.

No me refiero tanto a acariciarle la espalda al amable caballero que me proporcionó una pequeña muerte, sino a que siempre tengo que vestirme de inmediato, siempre tengo que salir corriendo (y manejar pensando si dejé las bragas olvidadas o más bien fue que no me puse). Me gustaría reposar un poco tras el acto, no tener toque de queda... tronchar como dios manda, y no como quinceañera calenturienta. No se... pero novio no.

il cugino dijo...

Dii el sexo de pisa y corre es opcion, porque...
palo que rechazas hoy, palo que no te echaste nunca.
La duracion del pre y post no le demerita intensidad alguna