Bueeeno, bueno. Habré de aceptar que esta no es la epítome del proceso de emancipación y que seguramente nunca podré dar clases de cómo irse a vivir solo (ni mucho menos, de cómo mudarse a otro país con dos maletas o en tres simples pasos).
La cosa está así: estoy bien. Pero me siento como de vacaciones sin estarlo (la verdad es que estoy hecha pomada de cargar, correr, subir, bajar, traducir el "inglés" de mi padre y darle el avión a mi madre). No estoy ni emocionada ni triste ni contenta ni nada. Estoy físicamente cansada, un tanto preocupada por haber perdido el numero de contrato del Fiderh y un tín ansiosa por algo que no he podido identificar aun.
Esta travesía se ha vuelto un eterno esperar: esperar a que me dieran una beca, que me aceptaran en alguna buena universidad, esperar a que me dieran la visa, a que las despedidas no fueran tan onerosas (esperar que me extrañaran un poco).
Y luego esperar a que el avión saliera sin problema, que el tipo de migración me pidiera mi teléfono en lugar de mis documentos, que mis 9 maletas cupieran en el taxi... Y ahora esperar que los muebles "armables" cedan ante la sabiduría de Don Nenito, a que me conecten el cable y el internet. Esperar que de tiempo a que me lleven al súper en coche antes de regresen a casa... Esperar a que mi pasaporte siga en el lugar donde lo olvidé por la mañana. Esperar que mi padre no se ponga triste y no me extrañe demasiado y que me hable todos los días para saber que está bien. Y así se me han ido los días: esperando a que la cosa se ponga interesante.
No es queja, aclaro: todo ha ido extraordinariamente bien, todo ha fluido sorprendentemente rápido. Todo parece ser solo el augurio de lo bueno que está por venir. Y debo agradecer la anestecia que me administra la presencia de mis padres. La tristeza (o nostalgia o no se cómo llamarle) no me ha aplastado mas de una vez al día, cuando paso por un lindo restaurante o un bar que parece ponerse jocoso y recuerdo que no habrá noches de muégano ni sábados perfectos por un tiempo.
No me he puesto triste, con una severa excepción - el olor de CH, las cremas para los ojos, los lugares de vino, los whisky bars, los pósters de Miranda Kerr... Todo me recuerda a este personaje que mi imaginación creó durante los meses previos a mi partida.
Hoy le he dado una lectura diferente (me contaron por ahi una historia cruel pero honesta). Hoy eso no importa. Me he mojado cargando un refri por las calles de Nueva York pues necesitaba un lugar dónde guardar mis recuerdos y mis cerezas negras.
- Posted using BlogPress from my iPhone
1 comentario:
Que bueno q todo va saliendo bn!! Que todo va pasando rápido, rápido y furioso...yo en cambio, te he extrañado horrores!! Y es el primer finde!! He de confesar q lo he bloqueado un poco, pero tb sé q pronto te veré!!
Te mando buena vibra desde aquí, polvos mágicos y mucho amod!!
Todo saldrá bn! Ya veras! Besos
Publicar un comentario