martes, septiembre 01, 2009

Otro chance

Empieza septiembre y con él la Gran Marcha de eventos social-etílicos que acompañan el fin de año. Y por más alegres que me resulten las festividades patrióticas (mmmh… pozoooole), el día de muertos (mmmh pan de mueeerto) y las navidades (mmhhh… toooodooo), no puedo evitar pensar que después de que ese caminito de actividades jocosas termine, se me vendrán encima los 26.
Temas acordes me dan vueltas en la cabeza desde que a Don C se le ocurrió la gran idea de cumplir 35. Ahora le pongo un poquito más de atención a los anuncios de MForce (porque no es para el que no puede, es para el que pasa de los 40 y quiere mássss), trato de cuidarle más la alimentación (la dieta incluye honguitos con queeeesoo y cantidades moderadas de Coldstone) y trato de que se ejercite regularmente (jeje). La verdad es que se me está haciendo viejito el Don. Un viejito adorable, si me preguntan a mí, pero viejito al fin.
Y yo, mientras le sigo dando vueltas a los estragos del tiempo. Me pregunto si es hora de empezar a usar cremas anti-arrugas, si el uso preventivo del Botox será tan maravilloso como cuentan, que si debería congelar óvulos… que como cuánto costará el rejuvenecimiento vaginal. Cierto es que exagero, pero también cierto es que ya no aguanto las 40 horas ininterrumpidas de juerga que soportaba en la prepa, ni mucho menos los días sin dormir para sacar los ensayos finales que aguanté en la prepa. Yo también me hago viejita! Y lo peor? No he hecho nada de mi vida. A mi edad Jamie Cullum ya había puesto al jazz de vuelta en la escena pop inglesa, Paloma Herrera ya era principal del ABT y Madison, Jay y Hamilton habían escrito el libro fundamental del federalismo americano. Y yo?? Bien gracias. Bomba, de hecho.
Muy pero sin en cambio, recientemente le he preguntado a mis otras 6 personalidades: ¿si tuviera otro chance, qué haría diferente? La respuesta típica de película de Hallmark es “nada”. Pas de tout! Si, si haría ajustes varios. Hubiera cuidado mi peso desde los 11, no me hubiera quejado tanto de mis chinos… me hubiera quitado el bigote y anexos muuuuchos años antes de la prepa. Probablemente nunca hubiera dejado de bailar, de aprender idiomas, de ir al cine. Hubiera aprovechado más las camas que la vida me ha puesto en frente, hubiera aprendido a tocar un instrumento sexy (el chelo, el sax)… ya me hubiera operado la nariz, las lolas, los muslos. Hubiera ahorrado una lana, hubiera ido al funeral de mi abuelo. Le hubiera dado las gracias a un par de personas que me cambiaron la vida.

Lo demás? No se… creo que no cambiaría mucho más. Me gusta dónde estoy, a dónde voy. Por más berrinches que de pronto haga cuando las cosas no salen como quiero, la verdad es que siempre me termino dando cuenta que la vida me lleva por jocosos caminos. Mejor caminarlos con un buen peinado y altos zapatos de tacón.

2 comentarios:

langue framboise dijo...

salut! je me seguiste en twitter, desde Morricone sin saber de ti, hubiera estado bueno que tocara más de western je je. No está de más echar mano de la tecnología ji mmm baile no solo el que echan en tuburios cada fin de semana, no,sino como el que duele exquisito , el que sabe, ( tu sabes)Y bueh aportes pueden ser estos pedacitos de letras no?

Un fulano dijo...

Si pudiera cambiar algo en esta vida, lo haría, y sería elegir el talón en vez del estudio, de esa manera no sólo tendría el presupuesto pa seguirla por el mundo hasta dónde nos alcanzara el altar, sino que tendría oficina móvil, sin necesidad de Blackberry jajaja.

Lástima que el negocio suele empezar el decaimiento a partir de los 35... (ntc)

Luv ya